Gente que se encuentra. Gente que se conoce. Gente
que mantiene relaciones, contacto, amistades. Es contínuo. Llegan y se van de
nuestras vidas constantemente. Algunos llegan tarde, algunos en el momento
justo, algunos en el momento equivocado. Otros se van rápido, otros se quedan
más tiempo. Existe un seguido movimiento de personas que entran y salen de
nuestras vidas. Algunos dejan más huella que otros, pero los que dejan más
marca son los que significan tantísimo, sin importar el tiempo que estan en
nuestras vidas. Quizás alguien que lleva una semana en tu vida ha significado
lo mismo o más que alguien que lleva en ella mucho más. A lo mejor estás con
una persona X meses y la ruptura te supone el doble que con esa persona con la
que estuviste X años.
Esas son las personas que siempre se quedan con
nosotros. Las personas que marcan un antes y un después. Las personas que se
van de nuestra vidas pero se quedan con nosotros, dentro, muy muy dentro. Las
echarás de menos en momentos puntuales o en todo momento y querrás que vuelvan
a estar contigo, aunque sabes que todas las despedidas son por algún motivo.
Pero es bonito imaginar, es bonito imaginar lo que hubiera sido si siguieran
junto a tí. Es bonito imaginar que todo podría seguir igual de bien, aunque ahora
estés mejor que nunca. En algún momento su compañía era lo más grande, algo
esencial para nosotros pero ahora ya no están, y eso siempre será duro de
aceptar. A nadie le gusta perder a los suyos. Si alguien llega a la categoría
de importante o incluso, esencial, ese alguien habrá que conservarlo. Pero no
siempre se puede, no siempre se puede tener a todo el mundo que nos gustaría al
lado, porque no creceríamos como personas, porque no aprenderíamos a tratarnos
los unos a los otros, porque es ley de vida, porque es así. Es duro, pero es
así.
Descartado queda vivir en el pasado, porque vivimos
en el presente y vamos de camino al futuro. Con esas personas en nuestro
interior, vamos conociendo a más y más y dejando que nos ocurra lo mismo,
porque de eso se trata. Y, ¿quién nos dice que una persona que entra nueva en
nuestras vidas no puede tratarse de una reminiscencia de alguien que ya estuvo
allí? Un recuerdo puntual. Cuántas veces alguien nos ha recordado a alguien que
conocemos o que una vez conocimos. Cuántas veces hemos estado tan bien con una
persona que parece que nos conozcamos de toda la vida, o de algún tiempo anterior,
quizás. Cuántas veces pensamos que la conexión con alguien es algo
inexplicable.
Quiero pensar que la gente que se va de nuestras
vidas nunca se va del todo, que siguen dentro y que además, constantemente hay
gente, lugares y momentos que nos recuerdan a éstas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario