jueves, 8 de enero de 2015

Recuerdos permanentes


Gente que se encuentra. Gente que se conoce. Gente que mantiene relaciones, contacto, amistades. Es contínuo. Llegan y se van de nuestras vidas constantemente. Algunos llegan tarde, algunos en el momento justo, algunos en el momento equivocado. Otros se van rápido, otros se quedan más tiempo. Existe un seguido movimiento de personas que entran y salen de nuestras vidas. Algunos dejan más huella que otros, pero los que dejan más marca son los que significan tantísimo, sin importar el tiempo que estan en nuestras vidas. Quizás alguien que lleva una semana en tu vida ha significado lo mismo o más que alguien que lleva en ella mucho más. A lo mejor estás con una persona X meses y la ruptura te supone el doble que con esa persona con la que estuviste X años.

Esas son las personas que siempre se quedan con nosotros. Las personas que marcan un antes y un después. Las personas que se van de nuestra vidas pero se quedan con nosotros, dentro, muy muy dentro. Las echarás de menos en momentos puntuales o en todo momento y querrás que vuelvan a estar contigo, aunque sabes que todas las despedidas son por algún motivo. Pero es bonito imaginar, es bonito imaginar lo que hubiera sido si siguieran junto a tí. Es bonito imaginar que todo podría seguir igual de bien, aunque ahora estés mejor que nunca. En algún momento su compañía era lo más grande, algo esencial para nosotros pero ahora ya no están, y eso siempre será duro de aceptar. A nadie le gusta perder a los suyos. Si alguien llega a la categoría de importante o incluso, esencial, ese alguien habrá que conservarlo. Pero no siempre se puede, no siempre se puede tener a todo el mundo que nos gustaría al lado, porque no creceríamos como personas, porque no aprenderíamos a tratarnos los unos a los otros, porque es ley de vida, porque es así. Es duro, pero es así.

Descartado queda vivir en el pasado, porque vivimos en el presente y vamos de camino al futuro. Con esas personas en nuestro interior, vamos conociendo a más y más y dejando que nos ocurra lo mismo, porque de eso se trata. Y, ¿quién nos dice que una persona que entra nueva en nuestras vidas no puede tratarse de una reminiscencia de alguien que ya estuvo allí? Un recuerdo puntual. Cuántas veces alguien nos ha recordado a alguien que conocemos o que una vez conocimos. Cuántas veces hemos estado tan bien con una persona que parece que nos conozcamos de toda la vida, o de algún tiempo anterior, quizás. Cuántas veces pensamos que la conexión con alguien es algo inexplicable.

Quiero pensar que la gente que se va de nuestras vidas nunca se va del todo, que siguen dentro y que además, constantemente hay gente, lugares y momentos que nos recuerdan a éstas.