domingo, 30 de noviembre de 2014

Un "nosotros"

Una de cal y otra de arena. Es así com te describiría. Como nos describiría. Ahora te hablo, ahora no te contesto, ahora no dejo de decirte lo mucho que te echo de menos, ahora dejo de hablarte durante dos días. Y así. Día tras día, semana tras semana, mes tras mes. De julio a noviembre. Y todo esto sumado a la maldita distancia que nos separa. Tantísimos kilómetros que quisiera reducirlos a centímetros. Que alguien me afirme que vales la pena, que aguantaré, que esperaré y que luego todo irá bien. Me dijiste que me esperarías diez meses, y los que hiciera falta. Pero ¿sabes lo que hace falta? Una espera activa. Un constante susurro que diga que sigues ahí, que sigues manteniendo lo que tanto y tantas veces decías. No quiero una espera silenciosa y pasiva. Una espera cargada de dudas. Una espera que mata lentamente y que, por mucho que odie aceptarlo, no me deja avanzar del todo. Sigo igual, haciendo lo que toca, disfrutando de la gente que tengo a mi lado pero siempre me faltas. En la rutina, en los planes improvisados, en los "hoy no tengo ganas de nada". Muchos dicen que si aguantamos esto, estaremos hechos a prueba de fuego y no sabes como necesito que me afirmes que será así. Que aguantaremos, que tu y yo, cada uno desde su posición, haremos que valga la pena al final. Por mucho que me considere una persona independiente, estoy empezando a ver que quizás no tanto. Quizás te necesito más de lo que creo. Quizás no puedo ir tanto a mi bola como me gustaría. Quizás, por mucho que siga adelante con mi vida y los días pasen, me falta esa chispa cuando no tengo tu mensaje de buenos días.
Mar de dudas y esperanzas, solamente quiero que salgamos con vida de éste. Y no cada uno con vida, tú con vida y yo con vida, quiero que ese nosotros tenga vida. Un nosotros que tanto tú como yo hemos mencionado inconscientemente más de una vez. Un nosotros que vaga entre el sí y el no. Un nosotros que necesita razones muy de vez en cuando para que siga significando algo. 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Esta inmensidad

La incertidumbre del futuro, la incertidumbre de "ahora qué". Si, vale, graduada en Derecho, luego el máster para poder ejercer de abogada. Perfecto, profesionalmente encontraré mi camino y ya descubriré realmente lo que quiero hacer dentro de mi campo. En eso no hay problema. 
Ahora, ¿y personalmente? Yo, Carolina Gimeno, ¿qué quiero hacer? Algo grande. Quiero hacer algo grande, por los demás, porque el mundo es enorme y hay millones y millones de gente. Gente que tiene menos que necesita de la gente que tiene más. Tenemos el potencial de ayudarnos entre nosotros. Somos personas y sólo nosotros sabemos como se puede sentir el otro. Somos los únicos que sabemos qué es estar triste, estar necesitado, querer a alguien a tu lado. Si lo sabemos y podemos ayudar ¿qué nos lo impide? 
Hay que aportar luz a este mundo, luz, alegría y felicidad en todas sus formas. Si ves a tu compañero de clase triste, regálale esa luz en forma de un "todo irá bien", de una sonrisa. Si tu madre tiene un mal día, regálale esa luz diciendole lo mucho que la quieres. Y así, expandiendo horizontes. Empezando por nuestro círculo y acabando... Sin acabar. Porque no hay límites. Porque vivimos en un mundo inmenso y cada uno de nosotros somos una pequeñísima parte, pero somos una parte, una parte de un todo. Y sólo por la razón de ser humanos y compartir la Tierra, nos debemos el uno al otro. Nos debemos respeto, confianza, el beneficio de la duda, ayuda, apoyo. Nos lo debemos los unos a los otros y nos lo debemos a nosotros mismos. Tómate un minuto para ver y reflexionar sobre lo suertudo/a que eres. Todo lo que tienes. Todas las personas que se han esforzado para que tú vivas como vivas, tú incluido/a. Nos debemos hacer algo grande con este regalo tan grande que nos han dado, la oportunidad de vivir la vida. Tú decides como la vives y lo que haces con ella. 
Yo decido dar lo máximo de mi día a día, conseguir objetivos, sobrepasar obstáculos y algún día llegar a algo grande, llegar a ser recordada y dejar huella. 
¿Y tú?