miércoles, 10 de junio de 2015

Cobardes

Creo que debería dejarlo. Esta claro que si no son ellos soy yo. Que siempre falla algo. Que dejo o me dejan. Vale que es la gracia del juego, que ahí es dónde está el sentido. El problema es que dejo de encontrarle sentido a las cosas. Dejo de ver cuál es la meta y el objetivo. ¿Que me quieran? Me quiere mucha gente. De esa forma, nadie. ¿Que me quieran para qué? Para que luego yo me canse y lo deje. Para que me digan que "amigos". Para que encuentren a otra. Para que dejen de hablarte así como así. Supongo que sueno una rabiosa y una despechada. Puede que lo sea. Puede que después de tantos palos en este aspecto y de tantas malas experiencias en el terreno haya dicho basta. Puede que generalice pero no parece que el día en que diga "es él" esté cerca. Al contrario, lo veo lejos y muy, muy borroso. Que si, que cuanto menos lo busque mejor, que está a la vuelta de la esquina. El problema es que creo que es uno y me decepciona. Que creo que es otro y resulta que no le quiero. Que creo que es aquél y me deja tirada. Si no somos unos, somos los otros, y entro en un bucle del que no hay forma de salir. Pocas veces me ha dolido el corazón, dos si soy sincera. Y una está durando más de lo que debería. Me sigues doliendo tanto. Por eso he decidido decir basta. Basta de buscar. En realidad, a quién quiero engañar... Hace mucho tiempo que he dejado de buscar. Porque te quiero a ti y aún no sé hacerme a la idea de que tú a mi no. Hace mucho tiempo que dejo de pensar "es él". Porque eres tú. Y él no es tú. Parezco estúpida, tonta y retrasada porque me pienso que algún dia dirás "me he equivocado". Está claro que si no ha llegado en cinco meses, tampoco va a llegar ahora. Cinco p meses levantándome y yéndome a dormir mirando el estúpido teléfono. Por si has llamado. Por si has decidido que te equivocaste. Por si me quieres de vuelta. Me dicen que me de tiempo. Les digo que cinco meses me parece más que tiempo, una eternidad. En cinco meses no he dejado de pensarte. Algunos han venido y se han ido pero sigues debajo de mi piel, explícame cómo y porque sigues ahí. Necesito que te vayas. Necesito el portazo que deberías haber dado al irte. No de puntillas y sin que me diera cuenta. Cobarde. Cobardes, los dos. Tú por marcharte así y yo por no imponerme y decirte "de qué vas, a mi no me deja así nadie". Yo cobarde por llorarte por las noches y no contarlo a nadie. Por mirar fotografías, redes sociales y conversaciones en silencio. Por dolerme el corazón y no intentar curarlo. Tú cobarde por hacer ver que no ha pasado nada. Por preguntarme qué tal va todo. Idiota, como si no lo supieras. De pena, va de pena y es tú culpa, sólo tu culpa. Espero que tengan razón y que un día me levante y ya no te piense. Que un día me levante y no sienta nada: ni tristeza ni cabreo. Que un día me levante y no desee que estés a mi lado. Cobarde. 

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